Alimentación intuitiva: para disfrutar de las comidas navideñas

La alimentación intuitiva trata de aprender a comer de forma equilibrada y consciente. Tiene que ver con estar presente en el presente y prestar atención a las señales de saciedad que envía tu cuerpo.

Aunque propiamente dicho una dieta alimenticia es la costumbre nutricional de un individuo, de forma coloquial usamos el término “dieta” cuando nos referimos al régimen de quien quiere perder peso.

Pensar en una alimentación saludable puede sonar muy aburrido o eso es lo que nos han hecho pensar. Además, cuando empiezas una dieta restrictiva, el cerebro detecta una amenaza, el metabolismo reacciona y las sensaciones de ansiedad podrían apoderarse de ti. Por eso demos paso a la alimentación intuitiva.

Parece que la clave para amar la dieta es no hacer dieta, por lo menos no de forma restrictiva, pues nos hace sentir miserables tanto si nos comemos esa pieza de pan como si no lo hacemos.

La alimentación intuitiva es una tendencia de salud que tiene que ver con escuchar a tu cuerpo y sus necesidades particulares. Trata de comer cuando el cuerpo experimente realmente hambre.

Lo que hacemos regularmente es pasar de comer muchísimo a un plato de verduras al día y, entonces, nos quedamos con hambre, nos ponemos de malas y, por supuesto, desaceleramos nuestro metabolismo.

La alimentación intuitiva se enfoca en mucho más que un conteo de calorías ingeridas, se trata de ahondar en la relación que tenemos con la comida. El objetivo es concentrarse tanto en el hambre como en la saciedad.

Por ejemplo, solemos comer en medio de una crisis de estrés o ansiedad, también tras vivir un periodo de escasez económica o debido a otros traumas del pasado.  Y aunque la comida sí alivia, hay que encontrar la causa raíz y trabajar desde allí.

Habrá que preguntarnos también cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo; la alimentación intuitiva se basa en una buena autoestima y ese es, quizá, el mayor de los retos en ecuación.

Se trata de comer solo cuando tengas hambre y elegir las porciones que tu cuerpo verdaderamente necesite. Si aprendes a identificar las señales de tu organismo, sabrás cuándo comer y cuándo parar.

Consumir suficiente agua cada día también es clave, si estás teniendo hambre fuera de los horarios en los que habitualmente comes, bebe agua primero, a veces lo que tienes solo es sed. También es clave cuando se trata de alimentación intuitiva.

Si aprendes a disfrutar la comida, se convertirá en tu medicina, aprenderás a elegir solo aquello que te nutre y, por supuesto, a disfrutar de lo que te han dicho que no deberías de vez en cuando. No es magia, pero este estilo de vida ayuda a perder peso (y a pasarla mejor) de forma saludable y amorosa.