Aumentan los trastornos emocionales en niños por pandemia

Uno de los mitos de la salud mental más extendidos tiene que ver con que los niños no tienen problemas de este tipo, pero nada más lejos de la realidad. Pues, según especialistas, los intentos de suicidio se presentan cada vez con más frecuencia en edades menores. Los trastornos emocionales en niños son una alarmante realidad.

María de los Ángeles Vizcarra, especialista en psicología clínica, aseguró hace apenas unos meses que los intentos suicidas por parte de menores han ido en aumento en nuestro país como consecuencia del confinamiento.

El estrés derivado de la escuela a distancia, el miedo al contagio y la pérdida de familiares a causa del COVID-19 disparó la incidencia de trastornos emocionales en niños.

Por supuesto que no son el único grupo poblacional que está sufriendo los estragos por la pandemia, sin embargo, niños y adolescentes son especialmente vulnerables porque aún no cuentan con suficientes herramientas para la gestión emocional.

 

Síntomas más comunes de ansiedad y otros trastornos emocionales en niños

Cuando los niños tienen trastornos emocionales son muy evidentes, sin embargo, aquellos padres que reprimen e intentan ocultar sus emociones podrían estar criando niños que también se niegan a sentir (y expresar) lo que les acongoja.

Aunque no podemos generalizar y mucho menos diagnosticar desde esta trinchera, el siguiente listado de signos y síntomas es una guía para que identifiques si es que es momento de buscar ayuda psicológica:

Agresividad

Falta de concentración

Cambios drásticos en el nivel de energía

Come demasiado o ha dejado de comer

Cambios en los patrones del sueño

Llanto excesivo y sin causa aparente

Estado de agitación

Preocupación excesiva

Sentimientos de culpa

Comportamientos autodestructivos o querer autolesionarse

 

Mientras tanto, anima a tu hijo a mantenerse físicamente activo, establezcan rutinas y ofrécele una variedad de alimentos saludables como pescados azules, chocolate con altos porcentajes de cacao, pasta, huevos y frutos secos. Los trastornos emocionales en niños se pueden gestionar, solo hay que dejar de estigmatizarlos.