¿Berrinches en casa? Técnicas y tips para relacionarte mejor con tus hijos

Pasar Semana Santa con los niños en casa puede ser una muy buena idea o un caos, todo depende de los estilos parentales y la inteligencia emocional. Si los adultos pierden el control, los niños también, así que hablemos de berrinches y aprendamos a gestionarlos.

Tus hijos están apenas aprendiendo a reconocer sus emociones, de ahí la importancia de saber escucharlos y acompañarlos. El llanto, los gritos y las rabietas tienen una razón de ser, los niños están expresando frustración, miedo o ansiedad.

Si te enojas porque ellos se enojan solo conseguirás que repriman sus emociones y, en consecuencia, dañar su salud física y mental. Por eso, te compartimos algunas técnicas para lidiar mucho mejor con los berrinches (en casa y fuera de casa):

Habla con tus hijos. Pregúntales cuál es su molestia, indaga en las causas y hazles saber que te importa.

Permítele distinguir sus emociones, estarás reforzando su autoestima. Puedes expresar tu sentir, verás que te entienden mejor de lo que crees. Sus berrinches pueden ser una oportunidad para conectar.

Fortalece su vocabulario emocional. A veces las rabietas surgen porque tu hijo no encuentra las palabras adecuadas para expresarse.

Time Out. Cuando la conducta de tu hijo es intolerable, apártalo del ambiente que refuerza esos berrinches, un minuto por cada año de vida. Es una buena técnica para cambiar su conducta.

Respiren profundo. Sí, ambos, tú y tu hijo necesitan calmarse. Anticipa las rabietas y enséñale a ser consciente de su respiración.

Tu niño y la familia entera la van a pasar mucho mejor. Por cierto, resiste la tentación de darle a tu hijo lo que pide cuando hace berrinches, de otro modo, estarás reforzando ese comportamiento.

Finalmente, hazle saber que notas sus avances, abraza su proceso y valida sus emociones. Las rabietas son completamente naturales hasta los 4 años, después es poco probable que vuelvan a presentarse (siempre y cuando se gestionen correctamente a tiempo).