¿Cómo fomentar la autoestima infantil?

Te parecerá sorprendente pero una de las razones por las que solemos tener insomnio, hipertensión, trastornos alimentarios y problemas para relacionarnos con los demás es la baja autoestima. Con adultos, hay mucho por hacer, con niños, todavía más.

El valor que un niño percibe de sí mismo es clave para su desarrollo. Eso es la autoestima y hará que tus niños crezcan como adultos equilibrados. Por eso es que nunca es demasiado tempra para hablar del tema.

Fomentar la autoestima es, en primera instancia, responsabilidad de los padres. Debes tomar conciencia de lo que estás transmitiendo y dirigir los esfuerzos hacia fortalecer el carácter de tu hijo.

Y aunque no hay nada tan poderoso como el ejemplo, también te compartiré una serie de actitudes prácticas para que acompañes a tu pequeño en su camino hacia la autoaceptación. ¡Toma nota!:

Dedícale tiempo. Para él, es un indicador de que es valiosos y mece tu atención. Olvídate de “escucharlo” mientras atiendes pendientes del trabajo. Verás cómo impacta en su autoestima.

Motívalo a que consiga sus objetivos. La clave está en que no se los impongas, que sean él quien devida qué es lo que quiere conseguir. Así se forman los cimientos de su personalidad. Enséñalo también a vencer el miedo al fracaso.

Dale responsabilidades. También fomentas su autoestima cuando lo involucras en los quehaceres del hogar. Recoger sus cubiertos y platos de la mesa es un buen comienzo.

¡No lo compares! Ni con sus hermanos ni con otros niños. Su autoconcepto se pone en riesgo cuando cuestionas la persona en la que se está convirtiendo. Puede generar celos y hacer aflorar conductas violentas.

Elógialo, pero hazlo con cautela. Si le dices cosas como “eres el más listo”, tu pequeño se sentirá intocable, pero el mundo real puede ponerlo en jaque. Es mejor decirle cosas como “eres muy hábil para resolver problemas”, pues autoestima es la consideración que uno tiene de sí mismo, pero de forma realista.

Ahora ya sabes qué hacer para criar niños seguros y resilientes frente a los desafíos propios de la vida. Déjalo vivir su independencia, conviértete en su guía.