EU caza a migrantes con escaneo facial; tecnología de reconocimiento

Excelsior:                El análisis de huellas dactilares ha dejado de ser el principal medio por el cual el gobierno de Estados Unidos identifica a criminales o migrantes ilegales.

Esto, debido a que desde 2011 empezó a perfeccionar la llamada Identificación de Próxima Generación (NGI, por sus siglas en inglés), que se basa en reconocimiento facial y algoritmos de Inteligencia Artificial.

De acuerdo con un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EU sobre el uso de la tecnología de reconocimiento facial y sus aplicaciones, el FBI y el Departamento de Justicia incrementan su base de datos para este fin gracias a cámaras de video, escaneo de licencias de conducir, pasaportes y otros documentos.

El informe, del que Excélsior tiene copia, destaca que en esta “cruzada por la seguridad” participan desarrolladoras de aplicaciones como FaceApp, las cuales ayudan a entrenar a las inteligencias artificiales usadas en este proyecto.

Destaca que, para mejorar la identificación de posibles infractores, el FBI usa fuentes de datos externos que contienen fotografías, teniendo acceso a alrededor de 641 millones de imágenes de gente en el mundo.

RECONOCIMIENTO FACIAL, TECNOLOGÍA CAZAMIGRANTES
Un informe de recomendación de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos sobre el uso de la Tecnología de Reconocimiento Facial y sus aplicaciones, en poder de Excélsior, muestran cómo el FBI y el Departamento de Justicia de EU (DOJ) están trabajando desde 2011 en crear una base de datos para identificar a criminales y migrantes ilegales, gracias al uso de tecnologías en cámaras de video, escaneo de licencias de conducir, pasaportes y otros documentos.

También a esta “cruzada por la seguridad” se suman algunas empresas desarrolladoras de aplicaciones para redes sociales que hacen que los usuarios suban sus fotos para verse viejos, como otro género y hasta cómo eras de pequeño, o apps para citas, a los que llaman “socios externos”, los cuales ayudan a entrenar a las inteligencias artificiales que se usan en este proyecto federal.

Según la declaración de Gretta L. Goodwin, directora de Seguridad Nacional y Justicia en el informe, durante décadas, el análisis de huellas dactilares fue el biométrico más utilizado en Estados Unidos para identificar criminales o inmigrantes ilegales, y vincularlos con cualquier antecedente penal anterior. “Sin embargo, a partir de 2010 el FBI comenzó el reemplazarla con lo que se conoce actualmente como la Identificación de Próxima Generación (NGI, por sus siglas en inglés), que se basa en Reconocimiento Facial y algoritmos de Inteligencia Artificial.”

En el documento también se señala que, para mejorar la identificación de los posibles infractores, el FBI y el DOJ usa fuentes de datos externos que contienen fotografías disponibles en diversos repositorios, teniendo acceso a alrededor de 641 millones de imágenes de gente en el mundo.

Especialistas aseguran que estos repositorios son aplicaciones de empresas que hacen que el usuario suba sus fotos a la red para realizar juegos como “age challenge” o “cómo te verías de hombre o mujer”, cuyos datos recopilados son vendidos al gobierno o a empresas de Inteligencia Artificial, para incrementar sus bases de reconocimiento facial, o entrenar a sus algoritmos y evitar menos errores en la identificación.

De hecho, según la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos, una de las recomendaciones que le hace al FBI, es que de momento no puede usar este tipo de reconocimiento facial por no ser ciento por ciento efectivo aún para identificar correctamente a un criminal o inmigrante ilegal, pues la eficiencia que se tiene de avance en los últimos nueve años es de sólo 85 por ciento, lo que atenta contra la libertad y privacidad de los pobladores de Estados Unidos.