Han sido años difíciles para Uber. Mantenerse como una plataforma exitosa en un mercado que está cada vez más competido y regulado se ha vuelto una verdadera acrobacia financiera.
Por ello no extraña que al revelar sus resultados financieros para el primer trimestre completo de 2019 descubramos que perdieron cerca de USD $1.000 millones.
Sin embargo esto no fue debido a algún fracaso operativo o caída grave en su número de usuarios. La pérdida se debió en gran medida a su necesidad de gastar más dinero; para desarrollar sus negocios de entrega de alimentos y transporte de carga.
Estas ramificaciones prometen convertirse en un punto de apoyo vital para la compañía así que tomaron la decisión estratégica de impulsarla.
En el lado positivo de las cosas, sus ingresos aumentaron un 20% en su primer informe trimestral como compañía pública.
De modo que los ingresos de USD $3.100 millones coincidieron con los pronósticos más positivos para la firma en este periodo.
Incluso las proyecciones de pérdidas se mantuvieron dentro del rango inferior estimado por compañías financieras. Ya que en el peor escenario posible apuntaban a una fuga de USD $1.000 millones.
Los costos de operación subieron 35% y el escenario conjunto no parece haber tenido muy felices a los inversionistas durante su conferencia de reporte.
Pero su CEO, Dara Khosrowshahi, advirtió que 2019 era un año para invertir. Lo que sutilimente indica que las ganancias se verán a un plazo más largo.
Con información de fayerwayerr
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