Ana Julia, la serpiente que recientemente se había convertido en la más larga del mundo, fue encontrada muerta en la selva amazónica de Brasil, donde residía. Su cadáver fue hallado en el río Formoso, en una región conocida como Bonito, en el estado de Mato Grosso do Sul, al sur del país. Esta famosa anaconda medía impresionantes 8 metros de longitud.
El descubrimiento de Ana Julia tuvo lugar en febrero, cuando un grupo de biólogos la encontró y determinaron, a través de su ADN, que pertenecía a una especie diferente, con una diferencia genética de 5.5 en comparación con otras anacondas.
El profesor biólogo Freek Vonk, quien había tenido la oportunidad de nadar junto a Ana Julia, compartió la triste noticia en su cuenta de Instagram. Lamentó profundamente la pérdida de este ejemplar único, que acababa de ser descubierto y que perdió la vida a causa de la intervención humana.
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