China se lanza a la conquista de Marte

La Vanguardia

Tres días después de que los Emiratos Árabes Unidos enviasen la primera misión de un país árabe a Marte y a solo una semana del despegue del ambicioso proyecto de la NASA Mars 2020, China ha lanzado esta madrugada con éxito su propia sonda no tripulada al planeta rojo. Se trata de su primera misión independiente a otro planeta, en lo que constituye una gran apuesta del gigante asiático para competir por el liderazgo espacial y una muestra de su capacidad tecnológica.

La misión Tianwen-1 (o “Preguntas al Cielo”, el nombre de un poema chino escrito hace dos mil años) es triple: orbitar, aterrizar y explorar la superficie de Marte mediante un rover (vehículo explorador) para obtener datos de exploración científica sobre el planeta. De tener éxito significaría un gran avance técnico. Sería en la primera misión que lograría desplegar un vehículo de exploración en Marte y coordinar las observaciones a través del orbitador al primer intento.

El lanzamiento se produjo a las 12.41 hora local (04.41 GMT). El cohete transportador Long March-5 partió desde el centro espacial de Wenchang, en la provincia insular china de Hainan, situada en el sur del país, en medio de una gran expectación. Cientos de entusiastas del espacio se reunieron en una playa al otro lado de la bahía para celebrar lo que se considera una hazaña nacional.

Se espera que la sonda llegue a Marte en febrero de 2021 tras un viaje “de seis a siete meses”. Allí intentará desplegar un vehículo explorador para estudiar el planeta durante 90 días.

El proyecto se enfrentará grandes desafíos a medida que la nave se acerque a Marte, explicó Liu Tongjie, portavoz de la misión, antes del lanzamiento. El aterrizaje es el mayor de ellos. Muchas misiones han fracasado en el intento. “Al llegar a las proximidades de Marte, desacelerar es un momento crítico”, dijo. “Si el proceso de desaceleración no es correcto, o si la precisión del vuelo no es suficiente, la sonda no será capturada por Marte”, dijo, refiriéndose a la gravedad de Marte que llevará a la nave a la superficie.

Liu dijo que la sonda orbitaría Marte durante unos dos meses y medio y buscaría la oportunidad de entrar en su atmósfera para hacer un aterrizaje suave. “Entrar, desacelerar y aterrizar (EDL, por sus siglas en inglés) es un proceso muy difícil. Esperamos tener éxito y que la nave espacial pueda aterrizar con seguridad”, auguró.