Diez nuevos países se suman al compromiso para reducir el plástico que llega a los océanos

Actualmente, el mundo desecha en los océanos cerca de once millones de toneladas de plástico cada año y los hallazgos científicos muestran la urgencia de actuar contra la contaminación producida por esa basura y destacan que se trata de una crisis que no se puede abordar con el simple reciclaje.

Por ello, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) hace un llamado a una transformación sistémica que conduzca a la economía circular.

“El PNUMA alienta a los gobiernos y otras partes interesadas a comprometerse con acciones nacionales ambiciosas para crear una economía circular para el plástico”, dijo la directora ejecutiva de esa dependencia, Inger Andersen.

En ese modelo económico, los plásticos nunca se convierten en desechos y, por lo tanto, la contaminación que causan, sobre todo en los océanos, se reduce notablemente.

El Compromiso Global de la Nueva Economía de los Plásticos es un marco voluntario que guía a los países para que implementen medidas concretas con el fin de acelerar la transición sistémica hacia una economía circular para los plásticos.

El Compromiso de la Nueva Economía de los Plásticos busca reducir la producción de esos materiales en un 55% para 2040, lo que ahorraría unos 70.000 millones de dólares a los gobiernos de aquí a entonces, además de disminuir las emisiones de efecto invernadero en un 25% y crear 70.000 empleos, sobre todo en los países en desarrollo.

De acuerdo con la agencia de la ONU la economía circular también podría reducir el volumen de plásticos que van a dar al mar en más de un 80% para 2040.

En cambio, si no se emprenden acciones decididas inmediatamente, los desechos plásticos sólidos se duplicarán y las existencias de plástico en el océano se cuadriplicarán para ese mismo año.

Si se mantuvieran únicamente los compromisos actuales de los gobiernos y las industrias, la basura plástica marina sólo se reduciría en un 7% para 2040.

“La actual combinación de políticas no generará los cambios necesarios para reducir a cero la basura plástica marina. Sin embargo, a través de una combinación ambiciosa de intervenciones que utilizan tecnología y enfoques de buenas prácticas, la basura plástica que llega al mar se puede reducir en un 82% en comparación con la que existe hoy”, detalla el PNUMA en su informe de políticas para eliminar esos desechos.