Despertar de una cirugía rutinaria y darse cuenta de que ya no tienes brazos ni piernas es una experiencia impactante. Esto fue lo que le sucedió a Lucinda «Cindy» Mullins, una madre de dos hijos de 41 años que reside en Kentucky, Estados Unidos. Cindy se sometió a una cirugía para que le quitaran un cálculo en un riñón, pero lamentablemente, esta intervención provocó una sepsis que puso en riesgo su vida. Para salvarla, los médicos se vieron obligados a amputarle las extremidades.
La noticia de esta trágica situación se dio a conocer a finales de diciembre. Cindy compartió con los medios locales que tuvieron que amputarle los antebrazos por debajo del codo y las piernas desde las rodillas hacia abajo. Esta experiencia ha sido un desafío increíble para ella y su familia.
Heather Beshears, una amiga cercana de Cindy, ha organizado una campaña de recaudación de fondos en línea en su nombre. El objetivo de esta campaña es proporcionar a Cindy el apoyo financiero necesario para adquirir prótesis y realizar las adaptaciones requeridas en su hogar. La comunidad se ha unido con solidaridad y generosidad para ayudar a Cindy en su proceso de recuperación y adaptación a su nueva situación.