Niño vivió completamente solo en un pueblo de Francia durante dos años; no tenía luz ni agua caliente

 

Un niño de entre 9 vivió en completa soledad, sin la presencia de adultos y durante dos años, en un apartamento de un complejo de viviendas sociales en el poblado de Nersac, al oeste de Francia, cuya situación pasó desapercibida entre los pueblerinos, revelando la sorprendente falta de interconexión y vigilancia en la comunidad.

El pequeño, que se alimentaba de conservas, bollos y a veces tomates de un huerto vecino, subsistió sin electricidad ni calefacción en temporadas, careciendo incluso de agua caliente. A pesar de estas condiciones, asistía a la escuela regularmente, presentándose limpio y bien vestido, destacando como un buen alumno.

La madre, quien era su tutora legal, lo dejó en el apartamento para mudarse a vivir con su compañera a 15 kilómetros de distancia. Regresaba esporádicamente para llevarle comida en su motocicleta o ir de compras al supermercado local, abandonándolo nuevamente. Esta situación de abandono persistió durante dos años, y nadie en la comunidad parecía percibir la anomalía. No se ha difundido información sobre su padre, quien está visiblemente ausente de su vida.

La historia salió a la luz cuando un vecino alertó a la gendarmería preguntando si un niño de esa edad podía vivir solo. Las autoridades investigaron y la madre fue acusada de «abandono de menor comprometiendo su seguridad». En el juicio, la madre, de 39 años, negó todas las acusaciones, aunque pruebas demostraron que el niño vivió solo en el apartamento. Fue condenada a un año y medio de prisión, con seis meses a cumplir con un brazalete electrónico.