Nunca hay que cerrar las ventanas cuando llueve.

Nos hemos acostumbrado a cerrar nuestras ventanas cada vez que llueve; sin embargo, es algo que no debemos hacer, ya que la lluvia es una manera muy efectiva de ventilar cualquier lugar.

La lluvia tiene efectos de oxigenación, pues las gotas recogen y retiran partículas contaminadas, lo que provoca que desaparezcan y así se purificar el aire y al mantener nuestras ventanas abiertas permite que el aire que se encuentra en nuestra casa y oficina también se purifique, permitiéndonos respirar aire más oxigenado al mismo tiempo.