Rui-katsu, una popular terapia de llanto de Japón para el mundo.

Así como quienes elegimos ver un chick flick para ponerle limón a la hérida, los japoneses buscan el llanto terapéutico con esta famosa actividad: rui-katsu.

Rui-katsu, significa “buscando lágrimas”. Se trata de un concepto que surgió en 2013 en algunos sitios de Tokio para ofrecer a los japoneses una vía de escape que les permitiera liberar sus emociones.

La terapia consiste en reunirse para ver películas tristes, escuchar música melancólica o leer historias estremecedoras con el propósito de emocionarse y llorar. Y ya sea porque los personajes la están pasando peor que tú o porque conectas con sus dramas, ¡lloras porque lloras!

Rui-katsu es la opción para quienes no logran conectar con sus emociones. Y es que llorar no solo no es de débiles (como nos contaron alguna vez), sino que las personas que lloran con mayor facilidad resultar estar emocionalmente más estables que las que se reprimen.

Se llora por muchas razones pero, en el caso de quienes se resisten a hacerlo, el llanto suele significar aceptación del sufrimiento, ruptura de las creencias y una señal de que el camino de sanación (cualquiera que sea) va viento en popa.

Es importante que sepas que el llanto promueve la liberación de opiáceos endógenos, unas sustancias que tienen un poder analgésico y calmante. Expulsamos toxinas. Las lágrimas alivian tanto dolor físico como emocional. De ahí el éxito de los eventos rui-katsu.

La tristeza y la frustración, por su parte, promueven la liberación de hormonas del estrés y, por supuesto, afectan la salud integral de quienes reprimen sus emociones.

Llorar (de vez en cuando) es, entonces, una poderosa terapia para vivir mejor. Cabe mencionar que los espacios rui-katsu son especialmente famoso porque se está acompañado y en un espacio donde el llanto no está mal visto. Los asistentes dejan los eventos con una sonrisa de oreja o oreja y una agradable sensación de paz.

Ten en cuenta que, aunque llorar es sano, cuando la tristeza se vuelve parte del día a día, hay que contactar con un profesional de la salud mental y descubrir la causa raíz.