Ser productor ornamental, el máximo orgullo de Gerardo

Gerardo Hernández Morales es productor de plantas ornamentales en el municipio de Cuautla y lo que más le gusta de cultivar las flores de nochebuena, es observar cómo sus clientes se emocionan al dibujar una sonrisa en sus rostros cuando las miran para elegir cual se llevarán, porque todas son hermosas.

“Nos vestimos de rojo, llega la Navidad, la nochebuena es el signo de esta época, donde tiene un sentido, donde las familias se reúnen, conviven, de repente viene gente de otros lugares, de Estados Unidos, familias que llegan a las poblaciones y encuentran la Navidad puesta, esto significa que llegó la temporada. Para nosotros es bien importante, porque varios productores se dedican a esto y hacen una producción muy importante a nivel estatal y también nacional”, señaló visiblemente emocionado.

El productor explicó que el proceso del cultivo de esta flor es un poco estresante, “es una temporada bien definida cuando se vende la nochebuena, pero este estrés vale la pena, el esfuerzo vale la pena, porque generamos un bienestar y vamos agarrándole el modo, esto será más sencillo más adelante, es algo muy satisfactorio de que podamos sacar un buen producto y ofrecerlo al público”, agregó.

En este sentido, la titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), Katia Isabel Herrera Quevedo, resaltó que esta flor, además de representar un símbolo de paz y amor en la época decembrina, es un importante sustento económico de cientos de familias.

“Diariamente los productores refrendan que lo cultivado en Morelos está bien hecho, de una tierra bondadosa, que posiciona a la entidad como número uno en el cultivo de la nochebuena, por eso es importante que la ciudadanía adquiera lo que se siembra en nuestras tierras”, señaló.

Gerardo Hernández, quien también es socio fundador de la Concentradora Nacional de Plantas Ornamentales (Conaplor), mencionó que ser productor ornamental es un orgullo, toda vez que esta actividad además de ser apasionante, da empleo a la comunidad, genera una derrama económica y, además de ser un placer, es una fuente de ingresos para muchos que viven de este sector.

Finalmente, destacó que muchos productores a lo largo del tiempo han mejorado, se han capacitado, tecnificado y utilizan cada vez más productos orgánicos, lo que resulta en flores más bellas y amigables con el medio ambiente.