Trastornos mentales en jóvenes se elevaron por pandemia

Asociados a la pandemia de covid-19 tras el confinamiento y la propia enfermedad, se han elevado los casos de personas, particularmente jóvenes, con trastornos mentales que deben ser atendidos oportunamente, coincidieron especialistas en salud mental.

En el marco del próximo Día de la Salud Mental a conmemorarse el 10 de octubre, el doctor Oscar Calleros reconoció que en el caso de adolescentes y jóvenes enfrentan síntomas como depresión o ansiedad que en situaciones extremas pueden desencadenar conductas de autoagresión como se muestra en un estudio del año pasado en el que más de 40 mil entrevistados consideraron hacerse daño o tener un intento suicida.

Las personas jóvenes están experimentado desproporcionadamente depresión o ansiedad. Suponíamos que al estar en contacto con las redes sociales o la tecnología se podía tener un mejor desarrollo esta situación, sin embargo, no es la realidad, estamos viendo que ante los primeros grupos etéreos de 11 a 17, 18 a 24 y llegando hasta los 34 años son personas que están preocupándose más y están experimentando ideas suicidas o depresión”, señaló.

Al respecto, otra encuesta realizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana (EQUIDE) reveló que, en los primeros meses de la pandemia en nuestro país en 2020, el 27 por ciento de las personas mayores de 18 años presentó síntomas de depresión y 32 por ciento manifestó síntomas severos de ansiedad.

En este sentido, Calleros Zubiate de la Clínica Especializada Neurocom, recordó la importancia de que los padres de familia o las propias personas estén atentos a identificar signos y síntomas que sugieran que se requiere apoyo y atención de un profesional de la salud.

Cuando empieza la salud mental o los trastornos ya sea irritabilidad, problemas del dormir o tristeza la mayor parte del tiempo, desmotivación, falta de ánimo-por llamarlo de alguna manera- o sentimientos de culpa es una de las situaciones principales que nos empiezan a llamar la atención y muchos de los pacientes que se acercan es porque se ve afectada su vida laboral”, dijo.

En tanto, Alejandro Jímenez Genchi, psiquiatra de la Academia Mexicana de Medicina del Dormir, se refirió a los trastornos del sueño generados a partir de la situación de pandemia en nuestro país, como atenderlos a tiempo.

El que esto persista, que estos problemas para dormir sean persistentes incrementa el riesgo de que las personas desarrollen un episodio depresivo mayor. Eso por sí mismo es gravísimo, el riesgo es del doble, dos veces más probable que se desarrolle depresión a una persona que está durmiendo bien”, comentó.

Alertó que el 20 por ciento de las personas en México tienen somnolencia y de ellos un porcentaje importante está asociada a un trastorno depresivo.

En la conferencia de prensa virtual, organizada por Asofarma de México se reconoció el déficit que tiene México en recursos humanos y económicos para la salud mental, por ejemplo, según la OMS, en países de ingresos altos existen hasta 50 psiquiatras o profesionales de la salud mental por cada 100 mil habitantes; en los países de ingresos bajos sólo cuentan con un especialista por cada 100 mil habitantes. En México, la cifra es en promedio de 10 profesionales por cada 100 mil habitantes.

Lo mismo ocurre con el diagnóstico a tiempo y la implementación del tratamiento correspondiente, apuntó Oscar Calleros.

Nos tardamos en México alrededor de 12 o 14 años para llegar al tratamiento a partir del primer síntoma de enfermedad mental con el especialista adecuado, en Colombia tardan hasta 9 años, en Nigeria 6, en Estados Unidos 4 años y en países europeos un año, máximo 3 para ser tratado de forma profesional”, dijo.

En el tema de presupuesto, la Secretaría de Salud destina en promedio 2 por ciento de su gasto a salud mental, pero el 80 por ciento se ocupa en la operación de hospitales psiquiátricos y muy poco para la detección, prevención y rehabilitación. La OMS recomienda que se invierta un 5 o 10 por ciento del gasto en salud.