Turismo bajó en Xochimilco tras muerte de joven, dicen vendedores

Noé Carmona navega en un pequeño bote por los canales de Xochimilco, una turística zona lacustre de Ciudad de México, mientras intenta vender elotes a los clientes apostados en coloridas embarcaciones conocidas como «trajineras».

Es mediodía, pero los turistas son pocos y Carmona no ha vendido ni uno de estos maíces. La razón: el número de visitantes ha caído un estrepitoso 80 por ciento desde que un joven se ahogó en los canales el pasado 1 de septiembre, según las autoridades.

«Estoy pensando en cambiar en un trabajo fijo temporalmente, pues la economía está muy baja. Ya es mediodía y aquí estoy vendiendo apenas mi primer elote», dice.

«Lo que yo vendía eran unos 2 mil pesos. Ahora nada más estoy vendiendo unos 200 pesos, 300 pesos», agrega.

«Vea usted ahorita cómo se ve. Hay poca gente», dice también Isabel Chávez, vendedora de dulces de 55 años, quien estima una caída de 90 por ciento en sus ventas.

Xochimilco, un conjunto de canales e islas artificiales conocidas como «chinampas» creadas hace siglos por los aztecas y otros grupos indígenas, es una zona declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO y atrae a cerca de un millón de turistas al año.

Enclavado en la selva de cemento de Ciudad de México, se convirtió en un lugar perfecto para descansar con familia y amigos.

El escenario de fiesta con música, comida y bebida en las trajineras era común hasta que un joven intoxicado cayó de una y murió ahogado.

Para evitar riesgos, las autoridades restringieron este mes la venta de alcohol y obligaron al uso de salvavidas.

Hasta ahora, estas reglas solo existen en papel y en la zona dicen que no han ayudado a que vuelvan los turistas.

«Las redes sociales acabaron con esto»

El 1 de septiembre, un grupo de amigos del cercano estado de Puebla rentó varias trajineras para celebrar un cumpleaños en Xochimilco.

Mientras bailaban y bebían, comenzaron a pasarse de una trajinera a otra cuando uno de ellos, un joven identificado como José Manuel, cayó al agua. «¡No!, ¡no!», gritaban sus amigos mientras grababan el incidente.

Tras el shock trataron de ayudarlo, pero nunca salió a la superficie. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente. No fue el único ahogamiento en Xochimilco. Al menos seis personas han muerto así en la zona en los últimos dos años.

Pero fue el primero grabado y reproducido una y otra vez en redes sociales. «Fue el asunto del video, y las redes sociales acabaron con todo esto. Hay ahogados en albercas, hay ahogados en playas y esto no genera ruido», dice José Zaldívar, director general de turismo y fomento económico de la alcaldía de Xochimilco.