En Tokio, el lanzamiento de un cohete japonés de última generación conocido como H3, no tuvo éxito su lanzamiento después del despegue emitiendo órdenes de la agencia para su destrucción tras darse cuenta que no completaría con su misión.
El cohete último modelo, pudo despegar tras su intento fallido en el mes de febrero, sin embargo, durante su transmisión en vivo de la empresa JAXA, mencionaba acerca de la disminución de la velocidad que iba teniendo progresivamente el cohete durante el lanzamiento.
Durante la primera fase del lanzamiento, todo parecía estar en orden como se había planificado, pero minutos después, comenzaron a aparecer indicios de problemas provocando una breve interrupción durante la transmisión en vivo ya que estaban revisando la situación que se suscitó en ese momento para resolverla de la mejor manera posible.
Una vez reanudada la transmisión, se dio la indicación por el centro de control, sobre la destrucción del cohete sin explicación alguna acerca del por qué no podía completar su misión ya que el H3 es un vehículo de lanzamiento que ha sido señalado como posible competidor del Falcon 9 de Space X.
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