Autoridades de salud solicitan a madres, padres de familia y/o tutores mantener medidas preventivas, ante las altas temperaturas, toda vez que es un grupo vulnerable y podrían presentar afectaciones a su salud.
María José Ortiz Mora, infectóloga pediatra explicó que el incremento del calor durante esta temporada afecta, en gran medida, a los menores, quienes pueden presentar deshidratación o golpe de calor, así como enfermedades diarreicas. La especialista señaló que, se debe tener cuidado en los alimentos que comen las niñas y niños, revisar que no estén en proceso de descomposición, además, que lo que consuman, preferentemente debe ser en casa, para evitar riesgos de alguna infección gastrointestinal. Para prevenir la deshidratación o un golpe de calor, refirió que, es necesario no exponer a las y los menores a los rayos directos del sol, usar bloqueador solar, comer frutas que aporten una buena cantidad de líquido y tener en casa electrolitos orales para usarlos en caso de ser necesario. Recordó que los signos de alarma pueden ser mareos o debilidad, irritabilidad, dolor de cabeza, aumento de la sudoración, somnolencia, náuseas o vómito, ojos hundidos o incluso sufrir un desmayo; por lo que tienen que acudir a su unidad de salud para que las y los menores reciban un tratamiento adecuado a su edad, talla y peso.
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