El Origen y Simbolismo del Árbol de Navidad

El árbol de Navidad, una tradición que decora millones de hogares, tiene un origen sorprendente en las prácticas de los celtas del norte de Europa. Estos pueblos celebraban a Frey, el dios del Sol y la fertilidad, el 8 de diciembre, adornando un árbol perenne como símbolo del universo. Tras la evangelización cristiana, el pino sustituyó al árbol original, convirtiéndose en un emblema del nacimiento de Cristo.

En sus inicios, los árboles de Navidad eran decorados con manzanas, que simbolizaban el pecado original, y velas, que representaban la luz de Jesús. Con los años, estas decoraciones evolucionaron hacia esferas y luces eléctricas.

El árbol también tiene un profundo simbolismo espiritual: evoca el Paraíso, la redención y la conexión cultural de México con el maíz. Sus colores reflejan valores clave: el azul indica reconciliación, el plata agradecimiento, el oro alabanza y el verde esperanza y abundancia.