Estados Unidos y China comandan el medallero olímpico de París: ¿por qué siempre ganan los mismos?

En los Juegos Olímpicos de París 2024, la competencia por el liderazgo en el medallero sigue siendo una batalla constante entre dos potencias: Estados Unidos y China. Esta rivalidad, que se ha convertido en una tradición en las Olimpiadas, muestra que para ambas naciones solo la victoria es aceptable; cualquier otro resultado sería considerado un fracaso.

A medida que los Juegos Olímpicos se acercan a su clausura, tanto la delegación norteamericana como la asiática han estado alternando el liderato en el medallero, reflejando la intensidad de su disputa. Esta lucha no es solo una cuestión de orgullo nacional, sino también de una fuerte inversión económica en el deporte, respaldada por los recursos que cada país posee.

El Producto Interno Bruto (PIB) y la población juegan un papel crucial en esta carrera. Estados Unidos, con 592 atletas en París, y China, con 402, no solo envían grandes contingentes, sino que también invierten fuertemente en la infraestructura deportiva y en el desarrollo de talento desde edades tempranas. China, desde los Juegos de Beijing 2008, ha incrementado significativamente su inversión en programas masivos de entrenamiento, enfocados en identificar y desarrollar talentos deportivos. Por otro lado, Estados Unidos ofrece becas universitarias y un futuro estable a sus atletas, apoyándolos en centros de alto rendimiento con instructores capacitados.

Es importante señalar que la inversión en los deportistas de cada país es independiente del presupuesto destinado a la organización de los Juegos Olímpicos. En París 2024, el 96% de la inversión para el desarrollo de los Olímpicos y Paralímpicos proviene del sector privado, incluido el Comité Olímpico Internacional (COI), empresas asociadas, taquillas y concesión de licencias.

Así, la rivalidad entre Estados Unidos y China en París 2024 no solo refleja su deseo de dominar el medallero, sino también la influencia del poder económico en el éxito olímpico.