Así lo dio a conocer Carlos Saldívar Salazar, titular de la Propaem. “Dicho sitio no cuenta con ninguna autorización ambiental, no tiene control de los residuos sólidos y de manejo especial, y las actividades que ahí se desarrollan contravienen la Ley de Residuos Sólidos para el Estado de Morelos, así como la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003”, refirió.
El tiradero se ubica dentro del Corredor Biológico Chichinautzin y cerca de un afluente de agua de un manto acuífero; Saldívar Salazar comentó que la Propaem procedió mediante resolución a clausurar de manera definitiva el lugar.
Esto, una vez que el Segundo Tribunal Colegiado en materias Penal y Administrativa del Décimo Octavo Circuito del Poder Judicial de la Federación resolvió conceder el amparo a la Procuraduría Ambiental del Estado, considerando que las actuaciones emprendidas se ajustan a la legalidad.
“Es de destacar que en el tiradero a cielo abierto existe una contaminación ambiental que puede traer repercusiones irreparables limitando los servicios que proporciona, por lo que resulta primordial la remediación del sitio ordenada y que consiste en un conjunto de actividades tendientes a la recuperación y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y continuidad de los procesos naturales”, agregó.
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