El Comité de Instrucción Ruso anunció la detención de otro sospechoso relacionado con el atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall, que dejó 143 muertos.
Según la declaración oficial, Rusia posee datos confirmados de que los autores del ataque recibieron fondos significativos, incluyendo criptomonedas, desde Ucrania para llevar a cabo el crimen. Estas pruebas surgieron del trabajo con terroristas detenidos, el análisis de dispositivos técnicos incautados y el seguimiento de transacciones financieras.
La Justicia ha dictaminado prisión preventiva para otros ocho presuntos implicados, acusados de terrorismo y enfrentando la posibilidad de cadena perpetua.
Mientras Rusia insiste en una conexión ucraniana, la Casa Blanca respondió calificando a los líderes rusos de «vendedores de estiércol».