El artista Chavis Mármol explica que su obra, un auto Tesla valuado en 40.000 dólares aplastado por una gigantesca cabeza olmeca, tenía como objetivo «trolear» a Elon Musk. La escultura, de nueve toneladas, fue colocada sobre un Tesla 3 azul como una provocación al multimillonario estadounidense y su empresa.
Con un tono burlón hacia Musk, el artista mexicano destaca el contraste entre la imponente cabeza olmeca y la tecnología moderna del auto, insinuando que la grandeza de la cultura ancestral es superior a la de las tecnologías actuales.
La escultura, inspirada en las colosales cabezas olmecas que datan de hace 3.000 años, se encuentra en un terreno cercado, propiedad de un hotel en el barrio bohemio de La Roma en Ciudad de México. La colocación de la obra coincide con el anuncio de Musk sobre la construcción de una planta de automóviles eléctricos en México, cerca de Monterrey, hace aproximadamente un año.
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