Trump propone deportaciones masivas y mega centros de detención de migrantes

El‏ expresidente de EE.UU., Donald Trump (2017-2021), favorito para ser el candidato republicano en las elecciones de noviembre, ha dejado claro que, de regresar a la Casa Blanca, su política migratoria irá más allá del famoso muro fronterizo que lo catapultó a la presidencia en 2016.

En sus mítines de campaña, ha adoptado una fuerte retórica antimigratoria, llegando a afirmar que los extranjeros “envenenan” la sangre de EE.UU. y proponiendo planes que van desde deportaciones masivas hasta la construcción de centros gigantes para detener a migrantes indocumentados.

Trump ha prometido repetidamente en sus eventos de campaña que, si regresa a la Presidencia, llevará a cabo la “mayor operación de deportación” en la historia de Estados Unidos.

Para hacerlo, el Gobierno Federal pediría ayuda a los reservistas de la Guardia Nacional, detalló Stephen Miller, el principal ideólogo de las propuestas xenófobas de Trump, hace solo tres días durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), la gran cita de la derecha estadounidense.

Según Miller, Trump buscaría desplegar a las Fuerzas Armadas en la frontera para negar la entrada a aquellos que necesiten solicitar asilo y deportaría automáticamente al interior de México a quienes intenten cruzar.

Así mismo, la campaña de Trump ha dejado entrever sus planes para construir grandes centros para detener a los migrantes y después expulsarlos de Estados Unidos.

Sin embargo, la legalidad de estos centros podría ser cuestionada en los tribunales, como ya ocurrió con algunos de los planes más radicales de Trump cuando estaba en la Casa Blanca.

Anticipándose a esos desafíos legales, Trump ha prometido invocar una sección de las leyes de extranjería y sedición aprobadas por el Congreso en 1789, que otorgan al presidente un mayor poder para deportar y detener a individuos que no son ciudadanos estadounidenses en tiempos de guerra.

La campaña de Trump no ha especificado cuántos migrantes serían objeto de estas políticas. Sin embargo, se estima que actualmente 11 millones de migrantes indocumentados viven en Estados Unidos.